La soya o soja, como muchas personas le llaman, ha sido una leguminosa que paradójicamente ha iluminado nuestras vidas. Y sí, justamente porque a través de sus semillas, enriquece nuestros alimentos con su alto contenido de proteína y su medio contenido en aceite. ¡Un aceite muy provechoso para el cuerpo!
Por ello, hoy compartiré con ustedes diferentes cositas que sé que les interesarán muchísimo si lo que siempre desean es innovar en su cocina y disfrutar en familia.
¿De dónde proviene la soya?
Para empezar, sé que muchas personas se preguntarán de dónde viene este maravilloso alimento. Pues como cualquier cuento empieza: viene de tierras muy, muy lejanas. ¡De China!
Está nación ha utilizado esta legumbre por más de tres mil años y ya en el siglo VII, se extendió su consumo y cultivo a Japón. Así mismo, por el resto del mundo. ¡Lo sé, ha pasado mucho tiempo desde entonces!
No obstante, nos ha permitido crear y experimentar muchísimas cosas en el área culinaria.
¿Qué beneficios tiene la Salsa de Soya?
La soya, como otras legumbres, contiene muchos beneficios.
Reduce los niveles de colesterol.
No contiene lactosa.
Es rica en vitaminas y minerales.
Protege contra algunos tumores.
Estimula la concentración y el aprendizaje. ¡Excelente para nuestros niños y nosotros mismos!
Lucha contra el envejecimiento.
Contiene grasas beneficiosas para el organismo.
Sus proteínas son de alto valor biológico.
Por otro lado, para las mujeres tiene un provecho en particular. Ayuda a nuestro sistema cardiovascular con la disminución de síntomas en el periodo de la menopausia y conserva nuestra masa ósea.
Sazonar con Salsa de Soya
Con la Salsa de Soya podemos sazonar desde el arroz hasta nuestras carnes y ensaladas, les enseñaré de manera práctica cómo sazonar estos alimentos de manera fácil y riquísima para sorprender a tu familia.
Salsa de soya como adobo para carnes: Es importante decir que el adobo siempre puede variar según tus exigencias alimenticias y culinarias, para muchos basta con los adobos en polvo o con salsa para carnes.
Sin embargo, utilizar la soya durante el adobo y después de servida la proteína, puede agregar gran sabor y particularidad. Lo mejor es que puedes utilizar la salsa de soya de San Jorge junto con otras salsas, su preparación no corta con otras mezclas.
Salsa de soya para arroz y fideos fritos: Para estos cereales, la mejor opción es utilizar la Salsa de Soya después de servidos como un aditivo. Sin embargo, si preparas sofritos de tomate o verduras para el arroz, puedes añadir esta salsa y se impregnará mucho más fácil su sabor a él.
Salsa de soya para ensaladas: Para las ensaladas el uso de la salsa de soya es muy general, ya que se utiliza como plus para maximizar cada sabor y esto se puede lograr, con solo algunas gotas encima de nuestra preparación.
Con estos tips tus comidas tendrán un cambio total, tanto en su preparación, como sabor y decoración, ya que, por el color de esta rica salsa, hace lucir la comida mucho más provocativa a la vista.
Según la preparación que tenga, el sabor de la salsa de soya a veces puede tener hasta los cinco sabores con una buena fermentación: salado, dulce, amargo, agrio y umami (sabroso).
¿Cómo suavizar el sabor de la salsa de soya?
Para neutralizar o suavizar estos sabores a tu gusto, puedes añadirle una pizca de agua y algunas gotas de zumo de limón a tu preparación de salsa de soya. Recuerda que algunos prefieren la salsa de soya casi pura en su fermentación, para otros, el sabor dulce puede ser empalagoso o quizá lo que le da el diferencial con respecto a otras salsas.
No obstante, todo depende de cómo te gusta a ti y cómo lo disfruta tu familia. Lo importante es probar y compartir nuevos sabores en tu cocina.
¿Cómo preparar salsa de soya casera?
Aunque ya diferentes marcas nos ofrecen esta salsa tan útil , también podemos hacerla de manera casera, es un proceso bastante largo, sin embargo, aquí les comparto los ingredientes y cómo hacerlo:
Ingredientes:
3 cucharadas de caldo de verduras.
2 cucharadas de melaza oscura.
3 cucharadas de vinagre de manzana.
Una pizca de jengibre en polvo.
1/2 cucharadita de ajo en polvo.
240 ml de agua.
Semillas de sésamo (opcional).
Una pizca de pimienta blanca molida (opcional).
Una pizca de sal ahumada (también puedes utilizar sal común)
Preparación:
Primero debes agregar todos los ingredientes menos el sésamo a una olla y colocar a cocer a fuego medio. Luego deja que hierva y que reduzca a más de la mitad. Posteriormente, prueba la salsa y ponle las especias, la sal o el vinagre a tu gusto.
Después deja enfriar a temperatura ambiente, añade las semillas de sésamo, si es que quieres utilizarlas y por último enfría en el refrigerador.
Como pudiste ver, este es un proceso que lleva tiempo, en el que debes medir las cantidades correctas para que tu salsa sea todo un éxito. Por eso, yo prefiero y recomiendo la Salsa de Soya San Jorge, su sabor es inigualable y siempre la tendré lista para darle el mejor sabor a mis preparaciones, lo mejor, es que puedo encontrarla en cualquier tienda de barrio.
Diferencia entre salsa soya y salsa negra
Algunos me preguntan si la Salsa de Soya y la Salsa Negra son lo mismo y aunque tienen puntos de similitud son diferentes por varios aspectos. Empezando por la preparación, la Salsa de Soya inicia su proceso fermentando habas con las semillas de está legumbre en agua. Por otro lado, la Salsa Negra utiliza la soya como base, incluyendo jengibre, otras especias, vino, vinagre, entre otros ingredientes.
Sus usos también diferencian las salsas, ya que la Salsa de Soya debemos tener en cuenta que es un aditivo y no un agente de la cocina, en lugar de la Salsa Negra, que en su mayoría se utiliza como un adobo para carnes.
Este ingrediente es maravilloso en cada una de sus facetas, no se imaginan lo mucho que me ha ayudado para sorprender a mi familia. Además, tal como les indicaba anteriormente, tiene un sin fin de utilidades, beneficios y nutrientes que hará que tu familia no sólo disfrute y deguste de tus increíbles recetas, sino que también los ayudará a seguir con una excelente y sana alimentación.
